ENTRE FRONTERAS / / PRESIDENCIA INCIERTA

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Por: JESSICA WOOLRICH

 

El sistema político español es tan complejo que aún cuando en las pasadas elecciones del 23 de julio, el conservador Alberto Núñez Feijoo como presidente del Partido Popular, lograra ser el más votado y el que obtuviera un mayor número de votos y escaños, no será presidente.

Esto debido a que en las votaciones llevadas a cabo el pasado viernes 29 de septiembre dentro del Congreso de Diputados, no logró la mayoría necesaria para sustituir a Pedro Sánchez como el nuevo presidente de España.

Esto se explica porque dicha nación tiene un sistema parlamentario, por lo que en las elecciones, la ciudadanía únicamente puede elegir al parlamento, y éste será el encargado de elegir al Presidente.

Más que ganarse el agrado del pueblo, el político que quiera ganar la presidencia debe ganarse el favor de los diputados, logrando acuerdos y alianzas que en muchas ocasiones más parece una rebatiña que las discusiones para establecer quién estará al frente del gobierno.

Si bien esta era la segunda ocasión en que se debatía si Núñez Feijoo sería o no el nuevo presidente, y muchos esperaban que el líder del PP, hubiera logrado un avance desde la última ocasión, la realidad es que no hubo una gran diferencia en la votación.

Con todo y sus alianzas con el polémico partido de ultra derecha, el VOX, no logró obtener los 176 votos necesarios para sustituir a Sánchez, por lo cual el siguiente paso es debatir si Sánchez permanece o no en el poder por un nuevo mandato, lo que para muchos es una posibilidad poco realista , ya que aún cuando  tiene igualmente la posibilidad de dos rondas de votaciones, y en su caso en la segunda de ellas requiere con la mayoría simple.

Con los votos de su partido, el PSOE, no le alcanza para esto, por lo que para lograr un triunfo, Sánchez tendría que echar a andar toda una estrategia de alianzas, ofrecimientos y acuerdos para poder tener una posibilidad y no tener que convocar a elecciones nuevamente.

Lo que es una realidad es que España se encuentra sumamente dividida en política y los acuerdos cada año se vuelven más complicados porque las vertientes políticas se van polarizando cada vez más, lo que complica las votaciones y la sana convivencia en general.