ENTRE FRONTERAS // ALIANZAS BRASILEÑAS

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Por: JESSICA WOOLRICH

 

Desde que el presidente brasileño Luis Inazio Lula Da Silva tomara el poder, se enfocó en fortalecer las relaciones con sus socios económicos más importantes, por esa relación abrió el diálogo con su homólogo estadounidense, Joe Biden, buscando de esta manera sanar las relaciones que durante el mandato del expresidente Jaír Bolsonaro, se habían afectado.

Y ha sido tan fuerte el cambio que el comercio entre ambas naciones se incrementó un 26% con respecto al 2022, y gracias a eso, los planes para seguir trabajando en conjunto van en aumento, y en su última reunión llevada a cabo el pasado 20 de septiembre en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, ambos mandatarios dejaron en claro que no solamente continuarán fortaleciendo e impulsando el comercio.

También buscarán la manera de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, para lo cual lanzaron la Asociación para los Derechos de los Trabajadores, tema que siempre ha sido prioritario, especialmente para Lula Da Silva, quien a lo largo de su trayectoria política, se ha caracterizado por levantar la voz a favor de los trabajadores.

Hoy su voz resonó más allá de sus fronteras, lo que ha sido bien recibido por un importante sector de su país, quienes ven con buenos ojos que el gobierno actual fortalezca lazos con sus socios.

Pero en dicha reunión no todo fue miel sobre hojuelas.

Hubo un detalle que empañó el encuentro, y es que en un momento, Biden se vio nuevamente desorientado y perdido, tropezando levemente con la bandera brasileña y concluyendo el encuentro de forma rápida sin despedirse y dar la mano al presidente brasileño, lo cual tomó a este último por sorpresa, por lo que se le vio un tanto molesto y dando un manotazo al aire evidenciando su incomodidad.

Esto ocasionó que nuevamente se hablara de la salud física y mental del presidente estadounidense y que se cuestionara si en verdad está capacitado para contender por un nuevo mandato, al grado de que muchos estadounidenses comienzan a exigir cambios a la ley para poner un tope de edad para quienes buscan la presidencia de aquella nación.

Claro está que muchos descalifican esta petición considerando que no son sino ataques de un sector republicano, sin considerar qué tal vez sea momento de debatir de manera formal sobre el tema.