pedía dinero con ‘Chucky’ y cuchillo real; lo arrestaron a él… y también al muñeco “diabólico”

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Un hombre fue detenido en Monclova, Coahuila, por pedir dinero de una manera “peculiar”, por decir lo menos. El sujeto caminaba por las calles con un muñeco de Chucky, el famoso personaje cinematográfico de terror. Como en las películas, el Muñeco Diabólico portaba un cuchillo, que era real en este caso. El detenido colocaba a Chucky en la cara de las personas y les solicitaba dinero, en una especie de asalto no declarado, que desde luego dejaba doblemente asustadas a las víctimas. Por perder su dinero, en primera instancia, y por tener una experiencia de terror en la vida real.

Este caso dejó, sin embargo, otro capítulo que sólo podría verse en México: cuando detuvieron al sujeto, también le pusieron las esposas a Chucky… ya no se sabe si reír o llorar.

“Les ponía el muñeco en la cara y estaba asustando a las personas. Es una falta administrativa, por este motivo fue arrestado. Cumplió con su arresto y fue liberado; la persona venía con su muñeco, se le quita el muñeco junto con sus pertenencias una vez que llega a las celdas y se le encierra”, señaló una fuente policial. Lo que llamó la atención de este caso, por encima de todo, es que la policía “detuvo” a Chucky. Según contó Alcocer, esto sucedió porque los periodistas que cubrían el caso le hicieron una broma a una oficial, diciéndole que arrestara también al muñeco.

Ella accedió y dio pie a unas imágenes tan chuscas como indignantes, según se quiera ver: Chucky detenido en México, esposado y apareciendo en los separos. Lo surreal hecho realidad solamente en este país. Al final, según explicó  Juan Raúl Alcocer, director de seguridad del Municipio, la oficial recibió un llamado de atención, pues debe darle seriedad a su trabajo y no participar en esta clase de bromas —y también valdría la pena hablar de la petición de los reporteros, que por tener la foto de Chucky esposado, se olvidaron del rubor—. De cualquier modo, el sujeto detenido fue puesto en libertad tras cumplir con su sanción. Pero hubo quienes habrían dicho que “el muñeco diabólico tenía vida”.

Debe ser raro tan solo imaginarlo. Vas por la calle caminando y te encuentras al personaje que, directa o indirectamente, tantas veces te atormentó con sus películas —las atrocidades que cometía se conocían ya sea por televisión o de boca en boca, nunca faltaba—. Pero con un peligro real: al muñeco diabólico lo maneja un sujeto drogado y que, sobre todo, está manipulando un cuchillo. Por fortuna, el caso fue denunciado a tiempo, aunque no se haya hecho nada más allá de la simple detención y de que tampoco se garantice que no lo vuelva a hacer en el futuro.

Ya ni hablar de la propuesta aceptada de detener al muñeco para que las fotos de la prensa quedaran hechas. Una idea que bien podría convertirse en meme. “Mi mente: ‘no lo digas, no lo digas, no lo digas’. Yo: ‘pues hay que tomarle unas fotos a Chucky como si estuviera detenido él también”. Hace seis años, una moda de pésimo gusto se esparció en varias ciudades de Estados Unidos y también en México: los payasos que detenían a conductores a medio camino. Era un juego con fines de supuesto entretenimiento (aunque se llegaron a reportar asaltos y agresiones), pero con eso bastaba para elevar el pulso de las víctimas. Y bueno, en México no es necesario recurrir a la ficción para aterrarse. Entonces mejor evitarlo.