Desde que se empezó a propagar la devoción al Santo Rosario, por pedido de la Virgen María en el siglo XIII, muchos santos y beatos a lo largo de los tiempos han tenido una profunda devoción a esta oración mariana y ayudado a su difusión. Aquí 20 frases de aquellos que crecieron en santidad con el rezo del Rosario:
- San Pío X
“Si quieren que la paz reine en sus familias y en su patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos”.
- San Francisco de Sales
“Rezar mi Rosario es mi más dulce ocupación y una verdadera alegría, porque sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más amable y generosa de las madres”.
- San José de Calasanz
“Hacer saber a todos que sean devotos del Santísimo Rosario, en el que se contiene la vida, pasión y muerte de nuestro Redentor”.
- San Luis María Grignion de Montfort
“La práctica del Santo Rosario es grande, sublime y divina. El Cielo nos la ha dado para convertir a los pecadores más endurecidos y a los herejes más obstinados” .
- San Alfonso María de Ligorio
“Si queremos aliviar a las benditas almas del Purgatorio, procuremos rogar por ellas a la Santísima Virgen, aplicando por ellas de modo especial el Santo Rosario que les servirá de gran alivio”.
- San Antonio María Claret
“Las mejores conquistas de almas que he logrado, las he conseguido por medio del rezo devoto del Santo Rosario”.
- San Juan María Vianney (Santo Cura de Ars)
“Con esta arma le he quitado muchas almas al diablo”.
- San Juan Bosco
“Sobre la devoción de la Virgen y el rezo del Rosario se basa toda mi obra educativa. Preferiría renunciar a cualquier otra cosa, antes que al Rosario”.
- Santa Teresita del Niño Jesús (Teresita de Lisieux)
“Con el Rosario se puede alcanzar todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el Cielo y la tierra, uno de cuyos extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen. Mientras el Rosario sea rezado, Dios no puede abandonar al mundo, pues esta oración es muy poderosa sobre su Corazón”.
- San Pablo VI
“El rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezcan en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del Corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor”.
- San Josemaría Escrivá
“Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana”.
- San Juan XXIII
“El Rosario es una muy excelente forma de oración meditada, compuesta a modo de mística corona”.
- San Juan Pablo II
“El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo”.
- Santa Teresa de Calcuta
“Aférrate al Rosario como las hojas de la hiedra se aferran al árbol; porque sin nuestra Señora no podemos permanecer”.
- San Pío de Pietrelcina
“¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”.
- San Juan Berchmans
“Denme mis armas: la cruz, la corona del Rosario de la Santísima Virgen y las reglas de la Compañía. Estas son mis tres prendas más amadas; con ellas moriré contento”.
- San Miguel Febres (Santo Hermano Miguel)
“Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas”.
- Beato Álvaro del Portillo
“Al desgranar el Rosario, suplicad a la Reina del Mundo por la santidad de la familia”.
- Beato Bartolomé Longo
“Como dos amigos, frecuentándose, suelen parecerse también en las costumbres, así nosotros, conversando familiarmente con Jesús y la Virgen, al meditar los Misterios del Rosario, y formando juntos una misma vida de comunión, podemos llegar a ser, en la medida de nuestra pequeñez, parecidos a ellos, y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde, pobre, escondido, paciente y perfecto”.
- Santo Domingo de Guzmán
“Estás viendo el fruto que he conseguido con la predicación del Santo Rosario; haz lo mismo, tú y todos los que aman a María, para de ese modo atraer todos los pueblos al pleno conocimiento de las virtudes”.