“No es una lucha difícil” combatir la corrupción en México: Woolrich

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CDMEX.– “No es una lucha difícil” el combate a la corrupción y la impunidad, menos cuando hay los talentos y principios pero también los ejemplos de países que ya nos han puesto la muestra de que sí es posible sanear el sistema de justicia que incluye a magistrados y jueces, planteó Alberto Woolrich.

Entrevistado para el programa “Al Margen, ¡Periodismo Libre!” bajo la conducción del comunicador Jaime Arizmendi González, Woolrich Ortiz, Presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México recordó que se tiene un rezago al menos de 130 mil expedientes, que el 87% de los casos no se denuncian, y que de los que sí, sólo un mínimo son resueltos, y no siempre satisfactoriamente para el afectado.

Puso de manifiesto que la corrupción en este sistema floreció con neoliberalismo y se extendió, sin duda, a toda la república y en todos los ámbitos, porque se cometió el gran error de no sanear antes de modificar, por ello es que el nuevo sistema de justicia ha sido un fracaso.

Durante esta entrevista en la que se tuvo como invitado especial al periodista aguascalentense José Isabel Vela Pérez, (de la revista FUTURO) el maestro Woolrich respondió todas las preguntas en su despacho de consultorías jurídica internacional. Subrayó la necesidad de volver a los valores cívicos y morales, y coincidió en que se debe revalorar la familia a partir de la cual se forman las futuras generaciones y se desarrolla un país integralmente.

La Entrevista

Woolrich Ortiz, quien ha sido presidente de la Academia de Derecho del Colegio de Abogados, ex  catedrático  de las materias de Derecho Penal, Derecho Procesal  y Garantías y Amparo, en la UNAM y en la Barra Nacional de Abogados, accedió de buena manera llevar la entrevista en términos de absoluta libertad sabedor de la trayectoria y profesionalismo de los entrevistadores.

Previamente expuso que “revive la esperanza” tras el reciente encuentro de los Presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump, sin omitir tampoco que ambos países han llevado como bandera el tema del combate a la corrupción en este y en otros tiempos.

Y en nuestro caso, precisó, no se le ha dado el cumplimiento constitucional, de manera especial el 17, que habla precisamente de que la impartición de la justicia debe ser pronta, expedita y gratuita como derecho.

Luego pondría de relieve uno de los antecedentes más sonados en el ámbito político, social y judicial, acerca del juez que se prostituyó pare dejar en libertad a “vulgar delincuente” quien sería la clave para esclarecer finalmente el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en el momento en que se echa por tierra otra “verdad histórica” sobre la multicitada incineración de los mismos, al encontrarse restos de uno de ellos sin esos indicios.

Se tuvo la oportunidad de esclarecer realmente este caso, pero no quisieron.

Luego haría referencia al “error imperdonable” de no haber saneado el medio de aplicación de la justicia antes de poner en marcha un nuevo código penal que se sentó, sin duda, sobre un sistema corrompido.

Planteó que es menester combatir todos los focos de corrupción que hay en toda la república, mediante una estrategia jurídico-política que abarque todos los ámbitos, y de lo que se tiene documentado. Aquí haría referencia a lo que se ha hecho en varios países de Europa, donde han ido a la cárcel lo mismo mafiosos que jueces.

Debe ser una política contundente, porque con “golpes aislados” como los que se dan ahora no funcionará.

Fue cuando refirió que jueces corruptos no deben estar para impartir justicia.

Y precisó, como ejemplos claros, los casos de Italia, España, Francia y recientemente Perú, donde se seleccionó a un grupo de nueve jóvenes con ideales y principios firmes, pero también talentosos que se encargarían de investigar y sancionar, pero también de rehacer a la Fiscalía, que estaba permeada de corrupción.

En México debemos dejar aquello de que “el que no tranza no avanza”, México por sí mismo no es un país corrupto; son corruptos los que están al frente de cargos para juzgar y sancionar, que no todos, pero si en muchos casos.

A manera de propuesta, y esto fue de lo más relevante al margen de lo expresado sobre la urgencia de restablecer los valores cívicos y morales, que en México la Academia y los Colegios de Abogados cuentan con esos jóvenes talentosos que incluso en su momento recibirían “algunos consejos” de los profesionales en la materia que “ya vamos de salida”.

Woolrich Ortiz dijo también que habría que erradicar aquello de que “dinero mata a la ley”, porque también hay policías jóvenes que pueden ser o son un buen ejemplo, por lo que no se tendría que empezar de cero.

Propuestas y Conclusión

Woolrich Ortiz puso de manifiesto que además del grupo de periodistas profesionales que han mostrado disposición de hacer su parte por México, también las barras y colegios de abogados sin omitir a las academias, harían su parte, y para ello un buen conducto sería la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, quien tiene en claro que el entorno de justicia en México, el florecimiento de la corrupción e impunidad en México con el neoliberalismo y la disponibilidad de tantos jóvenes idealistas y talentosos que quieren hacer su parte.

México no es un país de corruptos, enfatizó.

Sólo faltaría, concluyó, “voluntad política” y combate enérgico a la corrupción desde todos los ámbitos.