Tras una jornada laboral de más de 12 horas, la enfermera Mary Luz Salazar salió del centro médico en el que trabaja en Bolivia, tomó su bicicleta y pedaleó hasta llegar a su casa en la ciudad de Santa Cruz; pero el trayecto no fue fácil, ya que el camino estaba inundado por las intensas lluvias que azotaron la localidad.
En una entrevista publicada por el diario local “Opinión”, (como el que existió alguna vez en Aguascalientes) la enfermera relató que el agua le llegaba hasta la cintura: “Hubo algunas partes en las que el agua me llegó hasta la cintura, no tuve otra opción que cruzar como pude”
La mujer contó que labora en el Centro de Salud Vida y Esperanza en donde atiende a varios pacientes con la enfermedad COVID-19 por lo que sus jornadas laborales van de 12 a 24 horas.
Explicó que como en los últimos días su regreso en transporte público era muy lento, decidió utilizar la bicicleta de su papá, la cual llaman “Chuturubí” de cariño. El día que le tomaron la imagen se subió a su vehículo y, sin importar que estuviera lloviendo, pedaleó para atravesar los tres barrios que la separan de su hogar. Y una empresa finalmente le regaló una motocicleta.