Agencia CxuNews nombra Coordinador Regional a comunicador de Aguascalientes

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CDMEX.- “No hay mal que por bien no venga”, expresó el comunicador de Aguascalientes, México, José Isabel Vela Pérez, al participar como invitado especial en el programa en vivo, “Al margen, ¡periodismo libre!” -que conduce el destacado periodista Jaime Arizmendi González-, tras sostener que en medio de éstas crisis sanitaria y económica renacerán la fe y la esperanza.

Minutos antes habría recibido el nombramiento como “Coordinador Regional Occidente” de “CxuNews”, Agencia de Comunicadores como un reconocimiento a su trayectoria de más de 43 años de ejercer el periodismo y al trabajo en favor de los profesionales de la comunicación del país, motivo por el cual recibió a finales de 2019 una distinción especial en la Cámara de Diputados.

Dijo en el programa que entre el desánimo y la confusión que priva en gran parte del país, también ha podido palpar en distintas comunidades que ha recorrido en la región centro-occidente, un espíritu de renovada fe y esperanza de los mexicanos que cree que esta coyuntura hará renacer la espiritualidad en muchos que también se habrían apartado de Dios.

Incluso, entre los comunicadores en sus grupos se manifiesta el hecho al expresar mensajes de optimismo y espiritualidad, con énfasis en el poder de la oración, lo que desde hace décadas no se veía reflejado.

Vela Pérez señaló por separado que ahora se abre el camino hacia la trascendencia que será la oportunidad esperada para transformar nuestras vidas, y coincidió con lo expuesto por expertos que afirman que:

“todo aquello en que habíamos puesto toda nuestra confianza y que nos daban razones para vivir y luchar, como la diversión, el poder que viene de la política, las ideologías, los negocios y la economía (…) enmudecen ante este flagelo y quedan sin respuesta ante un hecho del cual no tenemos aún todas las respuestas”.

 

Porque lo anterior, subrayó “nos ha obligado a volver a poner en el centro de la atención la vida y dignidad de cada ser humano, su valor, su salud, bienestar y salvación. Y entonces, resurge con mucha fuerza, la preocupación por la persona humana al margen de su condición económica, social, política, étnica o religiosa”.

Ahora el resto es la unidad, esa unidad tan necesaria para enfrentar al gran adversario en común: la ignorancia, que nos pierde del camino correcto.

Y es que ahora los grandes conflictos del mundo parecen disolverse ante esta catástrofe “y nace el anhelo de los acuerdos, de la búsqueda del bien común, la colaboración mutua y la preocupación por los pobres y débiles”.

Y es que por encima de todo hay valores mayores, esenciales que todos estamos llamados a respetar y que en algún momento perdimos por el camino y los despreciamos, como la fe, la esperanza y el amor, encarnados en quien es verdaderamente el camino, la verdad y la vida: Jesucristo.

Y es por ello que con una fuerza impresionante ha surgido la necesidad de la solidaridad universal, donde la búsqueda de Dios y de su Palabra son absolutamente necesarias.