La izquierda paralizada como estatua de sal

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Por Mouris Salloum George*

Desde Filomeno Mata 8

Moruis Salloum George

Hay una guerra de clases: Nosotros la vamos ganando.

Se escuchó el vozarrón del enano del tapanco y los ratoncitos rojos locales, empavorecidos, buscaron el agujero más próximo. Lo encontraron en el esterilizado centro. Ahí permanecen aún, o quizá cargados a la derecha.

El parte de guerra con el que iniciamos esta entrega lo firmó el afamado y poderoso plutócrata estadunidense Warren Buffet en el arranque de la revolución conservadora, pactada en el eje Londres-Washington por los compadres Margaret Thatcher Donald Reagan.

Profundos cimientos del Estado neoliberal mexicano

Es en esa década en que los tecnócratas locales, programados en los laboratorios de las universidades gringas, tocaron a zafarrancho para empezar a diseñar y levantar el Estado neoliberal mexicano.

Desde que Andrés Manuel López Obrador se lanzó a su primera campaña presidencial en el inicio del siglo XXI, hasta la tercera en 2016-2018, los politólogos identificaron su movimiento, dentro de las tipologías político-ideológicas, como de izquierda, aunque, de cierto, el reclutamiento fue plural e indiscriminado.

Finalmente, el tabasqueño se instaló a orillas de la Plaza de la Constitución, de la Ciudad de México, el 1 de diciembre de 2018. Ipso facto, sedicentes izquierdistas imaginaron que habían derrumbado las ciudadelas del Palacio de invierno y ondearon el catecismo rescatado de Así se templó el acero.

Los de las derechas no hacen retórica; van a la acción directa

Mientras que esos jubilosos voceros de la zurda se han envuelto en descontaminados pañuelos retóricos, los de enfrente, desde el mismo periodo de transición presidencial, empezaron a cavar troneras para dar el debido combate contra todo acto que tenga aroma a populismo.

Las cabezas de la hidra se han multiplicado y asomado por todo el territorio nacional, agazapadas tras todo tipo coartadas, membretes, proclamas y acciones a pleno sol.

Prominentes y verdaderos militantes del Movimiento Regeneración Nacional, desde hace un año, vienen acusando a sus dirigentes nacionales y estatales, de estar beligerando por sus mezquinos intereses grupales y personales y, en sus trifulcas, de haber dejado solo al Presidente.

Los ratoncitos rojos permanecen escondidos en sus agujeros. Las mareas azules, amarillas y negras, como creciente tsunami, acometen operaciones envolventes sobre la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, antorchas en mano. En otros códigos postales, vemos puras estatuas de sal.

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.