El Vudú y su influencia en los grandes desastres
Haití, es el único país del mundo consagrado al demonio. En 1791 Haití se consagró al demonio por 200 años y fue el primer país americano en obtener la independencia. En el 2005, fue nuevamente consagrado al demonio por otros 200 años.
El 12 de enero de 2010, a las 16:53 hora local, Haití sufrió un devastador terremoto de 7,0 grados, con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, su capital.
Haití es ejemplo de cómo los políticos de carne y hueso pero también las naciones pueden parecerse tanto a los demonios. Varios amigos de entidades de cooperación para el desarrollo refieren que las ONG debe hacer tareas que el Estado debería realizar.
No pocas de estas entidades tienen sedes permanentes en este país. El terremoto es una raya más –gruesa y dolorosa- en la piel social devastada de Haití.
Pero, hablemos pues de demonios. Los españoles cristianos llegaban a fines del siglo XV a América, descubriéndola para sus sus propósitos.
Se produjo una cruenta matanza por parte de las huestes de Cristóbal Colon contra la población aborigen que vivía en la isla donde hoy se encuentra República Dominicana y Haití.
Hacia 1540 la población indígena había casi desparecido.
Enfermedades traídas por los europeos, el régimen de esclavitud al cual fueron sometidos, las matanzas y las hambrunas, todo provocada por hombres que besaban la cruz de Cristo, fueron la causa de este genocidio.
Años después, en 1697 los franceses cristianos sacaron a los españoles de la mitad de la isla, y fue Haití el centro de llegada de miles de esclavos provenientes de África.
Los esclavos que iban llegando morían por miles, y eran remplazados por otros. Era un país de recién llegados jóvenes.
La Francia de la revolución de las libertades individuales, tenía otra forma de ver el mundo en Haití, cuya caña de azúcar abastecía las mesas europeas de ese producto.
La independencia de los haitianos fue un proceso sangriento, sin rastros de humanidad y surrealista. Del propio lado de los dirigentes haitianos, se multiplicaron “dictadorcillos” que hundieron más al país.
Pero Haití pudo despegar, no había razón para estar condenada a la pobreza extrema. Ciertamente el mal liderazgo nativo fue una de las causas, pero también la Francia cristiana que, con una frescura más descomunal que sus monumentos parisinos, pidió una indemnización por haber saqueado, esclavizado, brutalizado esa pequeña nación.
La deuda pagada en 50 años, con otros préstamos asumidos, fue demasiado peso para ellos, la crisis estaba por todo lado.
Aquí entra entonces en escena los banqueros (¿cristianos?) de Nueva York que tenían posesión de la mayoría del crédito haitiano y que no querían perder esas deudas.
Era el año 1915 y el presidente Wilson envió a los marines a Haití, tomando éstos control del país. Prácticamente ellos gobernaron Haití por más de 20 años.
La Norteamérica cristiana restableció las levas de jóvenes para trabajo obligado, elitizó mas el país y poco hizo por atender a los pobres.
Pero los demonios no tienen nacionalidad.
Y entonces en 1957, Francóis Duvalier uno de los más nefastos personaje que haya gobernado país alguno en este continente, aterrorizo Haití, usando una mezcla insana entre religión y política, el vudú y el poder.
Y todo con la bendición del gobierno norteamericano. Duvalier, llamado Papa Doc, dejo el poder y lo sucedió su adolescente hijo, Jean Claude, apodado Baby Doc, asesorado en lo económico por el FMI y el beneplácito de muchas empresas transnacionales afincadas en Haití.
Hasta que en 1986 cayo esa dictadura. Y se realizaron elecciones democráticas bajo la supervisión internacional. El resto es historia más reciente, con Jean Bertrand Arístide en la presidencia, su derrocamiento su reposición.
Su cercanía a Cuba, sus tímidas reformas no gustaron a los Estados Unidos. Pero el tampoco hizo demasiado: se envolvió en un conflicto político sangriento con sus opositores.
Él afirma hoy que lo suyo no fue una renuncia sino un derrocamiento por presión política del país norteño.
Vinieron las oleadas de crisis: bancaria, fraudes electorales, corrupción rampante, un Estado casi inexistente, una población de 9 millones de habitantes en solo 27 000 metros cuadros de país.
Pobreza por todos lados, desarticulación social.http://foro.univision.com/
(François Duvalier, conocido con el sobrenombre de Papa Doc, fue un médico y político haitiano, presidente constitucional de su país a partir de 1957 y posteriormente, desde 1964 y hasta su muerte en 1971, dictador de Haití en calidad de presidente vitalicio. Fue sucedido por su hijo Jean-Claude Duvalier. Wikipedia).