A casi 11 meses del anuncio de la salida de Caasa de Aguascalientes, la ciudadanía está más que inconforme con la atención que brinda la empresa ahora con el nombre de Veolia; los abusos son más constantes y en mayor proporción, mientras que el Cabildo, Ccapama y el propio Congreso local mantienen su discurso de seguir “exhortando” a la concesionaria para que trate mejor a los usuarios, lo cual es cada vez peor.
Los acuerdos alcanzados con la compañía por intermediación de regidores, diputados y representantes de las distintas cámaras empresariales y organizaciones de la sociedad civil, son desechados gradualmente y presentan los casos como “aislados”.
Visitar las oficinas de Caasa/Veolia en Palacio Municipal es más que suficiente para darse cuenta de la inconformidad de la sociedad sobre el servicio que se presta, mientras que al presentar algún retraso, les reanudan la aplicación del cobro antes rebajado, mientras que en otros casos llegan recibos mayores a los dos mil 500 pesos en viviendas donde viven sólo dos personas.
Otra estrategia de la concesionaria que ha sido aceptada por el propio Cabildo, es que en muchos casos no se toma la lectura, y para poder reclamar se le exige al usuario que tome la lectura cada semana con su celular para poder argumentar el abuso, y cuando así sucede, se responde al final que fue el consumo, que habría que pagar de inmediato o de lo contrario sería suspendido el servicio y tendría que pagar el doble.
Usuarios se han dirigido, inútilmente, con los legisladores locales, que en el mejor de los casos se “acuerda” algún tipo de “exhortación” para que se moderen los cobros, lo cual pone de manifiesto la complicidad del Congreso local con la concesionaria Caasa/Veolia, mientras que en Ccapama, más aún, se insiste en que las tarifas “volvieron a bajar” durante este mes de junio y lo harán durante el presente.
Ni siquiera las presiones sociales y la huelga de hambre de Netza Ventura tuvieron algún fruto, asegurándose que el motivo es “porque hay acuerdos a otros niveles”.