EL PODER SE EJERCE EN CONTRA DE QUIENES SE EXPRESAN: PAGÉS

0
685

Sin duda, muchos gobiernos del PRI ejercieron el mando de manera autoritaria, pero a lo que se enfrenta hoy México no es un autoritarismo de coyuntura, ni siquiera a un mero presidencialismo, como tradicionalmente lo conocemos, sino a un régimen totalitario de naturaleza fascita que apuesta a la destrucción del orden constitucional, dijo en Aguascalientes, México, la periodista Beatriz Pagés.

Sin embargo, subrayó, “la principal diferencia entre los gobiernos del PRI y el gobierno de Morena radica en que mientras los primeros, los priístas, construyeron instituciones, los segundos están dedicados –por no decir obsesionados- con destruirlas”.

Más aún, enfatizó, “México no está regresando a los tiempos de Porfirio Díaz. El país se acerca cada vez más al México de Su Alteza Serenísima”. Y aclaró: “ese dictador que para tener el control absoluto del país decidió mandar hacer “su Constitución”, y que se conoce como “Las 7 leyes” con las que se inaugura la etapa centralista de la Nación y el inicio de una guerra intestina que derivó no solo en la confrontación entre conservadores, entre federalistas y centralistas sino en un sinnúmero de procesos separatistas que desembraron la República”.

Pagés Rebollar, principal oradora en el evento en la Casa de la Cultura de Aguascalientes donde esta tarde se le hizo un merecido homenaje al también maestro de la política, el profesor Enrique Olivares, expuso además que ya “es momento de preguntarnos para qué sirve la política. ¿Debe estar al servicio de la unidad, de la conciliación o del enfrentamiento y la destrucción”.

Escenarios complejos

Puso en claro que a partir del uno de diciembre, el país entró a uno de los escenarios más complejos, inéditos y peligrosos de su historia, “a un contexto donde el cambio de régimen no solo ha significado la sustitución de unos actores por otros, la innovación de estilos y métodos de gobierno, sino el fin de la política”.

Llevamos 100 días sin política. Llevamos 100 días donde el poder se ejerce a través de la confrontación, la división, la amenaza y la destrucción, advirtió también. Y “durante 2 mil 4oo horas los mexicanos hemos sido testigos del desmantelamiento del orden constitucional y el Estado de Derecho. De cómo los principios republicanos son vulnerados a través de la concentración y centralización del poder de un solo hombre”, y “de cómo por designio de un maniqueísmo superior, hay mexicanos buenos y malos, honestos y corruptos, liberales y conservadores”.

“Hemos visto, en síntesis, (como) el poder se ejerce a favor de quienes acaten órdenes y en contra de quienes se atreven a utilizar su libertad de conciencia para criticar”.

 Refirió que Olivares Santana lo tuvo siempre claro: concilió al campo, a las escuelas, buscó la construcción de acuerdos y consensos en el Congreso; concibió la Secretaría de Gobernación como una instancia para la gobernabilidad, no para la amenaza, y desplegó una diplomacia basada en el respeto.

“Estamos en un momento en que las señales, como lo hace el Alquimista de Paolo Coello en el desierto, tienen que ser correctament5e leídas e interpretadas”, expuso tras mencionar que le llamó la atención lo que el Semanario Desde la fe, que edita la Arquidiócesis de México, dedicó su editorial a los primeros cien días de su gobierno, y que es “un editorial que me llamó las atención porque sentí que, por fin, la Iglesia Católica se decidía a romper el silencio”.

“En estos 100 días –señala el semanario- hemos visto mucha confrontación entre el Presidente y sectores que piensan distinto; hemos escuchado descalificaciones y se ha hecho más evidente y preocupante una polarización política y social que divide a actores que deberían trabajar juntos”, lo cual, agrega Beatriz, “me trajo a la mente a Nelson Mandela. Ese gran líder sudafricano que pasó 27 años en la cárcel por luchar contra la discriminación de su pueblo”.

Comentó que Mandela ganó las elecciones y como presidente se dedicó a desmontar el sistema racista, injusto y empobrecedor que se había apoderado de Sudáfrica durante décadas. “Pero ojo. No lo hizo dividiendo y confrontando a negros con blancos. No lo hizo atizando odios y rencores ancestrales. Se negó a gobernar como un suicida y homicida de su nación”.

Ante una amplia concurrencia, Pagés Rebollar explicó que, mientras un diplomático como Olivares Santana entendía la política exterior como un instrumento para el entendimiento y la paz entre las naciones, “hay quienes utilizan la Doctrina Estrada de no intervención como un pretexto para apoyar regímenes dictatoriales, como la Venezuela de Nicolás Maduro con argumentos poco convincentes y motivos poco claros”.

 

“Y termino colocando la cereza al pastel. Como sucede en los estuarios, todas las aguas liberales y republicanas que inspiraron y condujeron la conducta política de Olivares Santana fueron a dar al Vaticano”, porque “esa embajada representó el epílogo de su carrera. Pero ahí demostró cómo un político puede cumplir con una alta misión de Estado sin traicionar sus principios personales y menos los principios de la República”.

“Le tocó el restablecimiento de las relaciones entre México y el Vaticano, pero siempre estuvo atento a que no se violentara lo fundamental: la laicidad del Estado, entendida no solamente como la separación Estado-Iglesias, sino como la autonomía del gobierno frente a cualquier influencia religiosa”, agregó.

Finalmente mencionó que ´”ese maestro rural, a quien le tocó vivir los efluvios de la Cristiada, a quien tocó respirar la sangre de una guerra que sólo dejó muertos, producto de la intolerancia, de la división y odio entre mexicanos, de posiciones maniqueas y prejuicios, de satanizaciones que hoy se quieren revivir, nos enseñó que el político debe ser ese tejedor incansable de voluntades, de diferencias y diversidad para, al final lograr que el águila real mantenga siempre el vuelo las alas de la Nación”.

Y remató: “Muchas gracias maestro Olivares Santana por enseñarnos a defender a México. Muchas gracias”.