México vive otra jornada de tragedia
En el combate de lo que medios internacionales consideran la “nueva cara del crimen organizado”, al menos 66 personas murieron y otras 76 resultaron heridas durante una explosión en una toma clandestina de combustible en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex, ubicado en el estado de Hidalgo, ayer vienes.
De acuerdo con los primeros reportes, la explosión tomó por sorpresa a las personas que se acercaron a recoger el combustible que brotaba del ducto saboteado (práctica conocida popularmente como “huachicoleo”
Los vecinos acudieron a la zona tras reportarse una fuga del hidrocarburo en las inmediaciones de la localidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelipan, a pesar de las advertencias del evidente riesgo que diversos medios habían hecho, y se considera es la mayor tragedia por robo de combustible en la historia del país.
Este sábado se hacía un recuento del número exacto de víctimas mortales, en medio del desabasto de gasolina que afecta una buena parte del país, sobre todo las áreas estratégicas productivas, el comercio y los servicios con pérdidas valuadas en al menos mil 500 millones de pesos.
La revista FUTURO habría advertido también del riesgo de extraer combustible de los ductos, tras revelar información de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de México, así como videos que daban detalles del momento en que se había roto un ducto, la travesía del combustible y en otras imágenes, la explosión.
Esto, el pasado 13 de enero alrededor de las 13:00 horas. Un día antes se habría hecho la primera advertencia.
Desde el Congreso de la Unión y Senado de la República se ha exigido a las autoridades corregir los errores de logística y solucionar “cuanto antes” el desabasto que además de daños a la economía y vida del país, ha traído desgracias que lamentar, a la vez que se exhorta a la población a evitar acercarse a las inmediaciones en caso de algún otro incidente por ruptura de algún ducto.