Cerca de un millón de personas se manifestaron en más de 100 ciudades de México este 20 de octubre, en la llamada “Ola Celeste” a favor de la vida y la familia, y en rechazo del aborto y la ideología de género. ¿Qué lecciones y mensajes deja? Dos líderes provida responden.
Para María José Berrueta, directora general de Pasos por la Vida, plataforma que organiza año a año la Marcha por la Vida en Ciudad de México, la Ola Celeste deja un “mensaje clarísimo”: “México defiende la vida”.
En diálogo con ACI Prensa, Berrueta, abogada, aseguró que “la fortaleza y contención de los estados de la República van a hacer la diferencia en la batalla política. Nuestro país no quiere el aborto, y menos lo quiere a nivel nacional”.
“En la Ciudad de México la gente estuvo muy involucrada, cantando y haciendo porras todo el tiempo”, recordó.
Cuando la manifestación en la capital mexicana llegó a la casa del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, que asumirá el cargo el 1 de diciembre de este año, los cantos “se podían escuchar dentro de las oficinas”, dijo la directora general de Pasos por la Vida.
“Para quienes tuvimos oportunidad de ingresar a platicar con Leticia Ramírez, encargada de Atención Ciudadana, escuchar a los demás era muy emocionante, daba fortaleza al mensaje que estábamos haciendo llegar, demostraba que somos más”.
“Sin duda, la gente y su entusiasmo le dieron fondo al mensaje, su participación habló más que cualquier discurso o escrito.
Por su parte, Marcial Padilla, director de la plataforma provida mexicana ConParticipación, dijo a ACI Prensa que uno de los mensajes claves de las manifestaciones en todo el país “es una petición clara y contundente al nuevo gobierno federal para que el aborto esté fuera de la agenda. No es lo que queremos los mexicanos”.
“En segundo lugar, es una señal clara para los grupos abortistas de que no representan el querer de la sociedad, y que esta agenda internacional que intenta imponerse en México para imponer el aborto no nos representa y no lo vamos a tolerar”.
Tanto los Senadores y diputados federales, así como los locales, deberán tomar en cuenta que la sociedad no quiere el libertinaje, sí la libertad responsable y que de ninguna manera tienen el derecho de siquiera pensar en el matrimonio “igualitario” y mucho menos en el aborto, porque viven de los impuestos del pueblo, el que dijo “ya basta” de traiciones.