Claman Obispos por una educación humana y creativa

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circa 1955: Children of the Otomis people during a lesson in a classroom at Naxthey in the Mexquital region, the poorest and most arid in the country. (Photo by Ursula Bernath/Three Lions/Getty Images)

Con ocasión del inicio de las clases escolares, los obispos de México alentaron a trabajar por “una educación verdaderamente humana y creativa”.

En un mensaje difundido en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Cardenal Alberto Suárez Inda, Arzobispo Emérito de Morelia y Responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa, destacó que “es una exigencia acompañar, con el máximo cuidado y atención personal a los niños, adolescentes y jóvenes, como primera y más importante tarea”.

“Ellos son la razón de ser del Sistema Escolar Nacional que conjunta esfuerzos públicos y privados, urbanos y rurales, de educación general y especial, en todos sus niveles y modalidades”.

El inicio de las clases, destacó el Purpurado, “abre un tiempo de esfuerzo y generosidad ante las oportunidades y desafíos que nos impone el Cambio de Época que estamos viviendo”.

El Cardenal Suárez Inda subrayó que “los tiempos que vivimos nos exigen continuar todo esfuerzo positivo que hasta la fecha se haya logrado y también crear nuevas condiciones de diálogo, encuentro y consenso entre todos los actores de la educación, en el día a día de los esfuerzos que estamos llamados a realizar”.

La prioridad actual, destacó, es educar a cada alumno para que “sea capaz de llegar a ser constructor de paz, promotor de un desarrollo humano integral y para que pueda ser una persona plena, integral y feliz”.

“La corrupción y la inseguridad, que tanto nos agobian, son signos de que muchos no han captado con claridad el sentido de la vida”, lamentó, porque “en lugar de abusar, engañar o violentar a otro ser humano, hemos de respetar, amar y ofrecerle condiciones de una vida digna en todo momento”.

El Cardenal aseguró que “los maestros, junto con los directivos, tienen la misión de tomar en cuenta la realidad concreta de cada uno de los niños y jóvenes de sus escuelas, considerando sus contextos culturales, étnicos, familiares, sociales y económicos”.

“Pero sobre todo, han de confiar en que la disciplina, ofrecida con afecto y razón, es el medio más efectivo para lograr el aprendizaje y la realización plena de las nuevas generaciones”, dijo.

El Responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa de la CEM señaló además que “los padres de familia son los primeros responsables de la educación de sus hijos”.

“Esto implica que no solo deben llevarlos a la escuela, sino que cada hogar ha de ser un espacio de transmisión y vivencia de los valores más profundamente humanos, como el respeto, la generosidad, la búsqueda de la verdad y el ejercicio del amor”.

Además, resaltó que los centros educativos católicos deben ser “especialmente generosos, comprendiendo que los tiempos difíciles nos exigen vivir la fe, esperanza y caridad con mayor radicalidad”.

Al finalizar su mensaje, el Cardenal Suárez Inda alentó la oración a Dios, para que “todos podamos servir, promover y enriquecer abundantemente a nuestra niñez y juventud”.

“María de Guadalupe, Madre llena de ternura, nos acompañe y nos ayude como a Juan Diego a vivir con dignidad y a construir una patria justa y fraterna”, concluyó.