El estrés es considerado un nuevo factor de riesgo de enfermedad cardiovascular. Para prevenirlo es necesario llevar una calidad de vida saludable.
Los cambios en estilo de vida de la población, cada vez más exigentes puede provocar graves problemas a la salud si no hacemos una pausa. Una de ellas son las enfermedades cardiovasculares que siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo. Además, diversos estudios demuestran que uno de los nuevos disparadores que potencian otros factores de riesgo cardiovascular, la hipertensión y arritmias es el estrés laboral.
Pero ¿Cómo algo saludable, como el trabajar puede provocar una enfermedad? El trabajo es una prioridad humana y cristiana que debe hacerse siempre con dignidad, respeto, y amor.
Pero lamentablemente, en ocasiones las condiciones laborales como la excesiva carga horaria y múltiples tareas, o el desempleo provoca nervios, descontento y estrés a los empleados. Todo esto junto a un menor tiempo de descanso trae como consecuencia un cambio en el estilo de vida, menos tiempo dedicado a la compra, elaboración de alimentos en el hogar, actividad física o deporte y un aumento en la selección de alimentos pre-elaborados y ultra procesados, algo muy poco saludable para nuestro cuerpo y el corazón.
Estrés laboral
El término estrés proviene del griego “stringere”, que significa ‘provocar tensión’. Se define como la respuesta del organismo de índole física o emocional a toda demanda de cambio real o imaginario que produce adaptación y/o tensión.
Hay varios tipos de estrés, el personal, social, el físico, por ejemplo, cuando se realiza ejercicio físico que sobrepasa los límites del organismo, el emocional, y el laboral.
El estrés laboral aparece cuando las exigencias del trabajo no se ven igualadas por las capacidades, los recursos o las necesidades del trabajador.
Es a la que le atribuimos la mayoría de nuestros problemas. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo publicó en el año 2000 las causas de estrés más comunes: falta de control sobre el trabajo que se realiza, monotonía, plazos ajustados, trabajo a alta velocidad, exposición a la violencia y peligrosidad o el trabajador recibe muy poca recompensa (principalmente económicos) en relación con el trabajo realizado.
Un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Salud y Bienestar de la Universidad de Jönköping (Suecia), muestra que las personas que padecen estrés laboral tienen un riesgo 50 % superior de padecer fibrilación auricular (una enfermedad caracterizada por latidos descoordinados de las aurículas del corazón, lo que provoca un ritmo cardiaco rápido e irregular), lo que lleva a una mayor probabilidad de sufrir un infarto o un ictus.
¿Cómo pueden ayudar las empresas y jefes a combatir el estrés laboral?
El buen empresario debe conocer a sus trabajadores, dialogar, trabajar junto a ellos, compartir las fatigas y las alegrías del trabajo, resolver problemas y crear algo juntos.
Reconocer las virtudes de los trabajadores y sus necesidades para que puedan realizar su trabajo bien, con dignidad.
Programar y respetar sus descansos y escuchar las propuestas de los empleados sobre cómo mejorar su trabajo y el entorno laboral. Si es posible disponer en la empresa de un espacio de esparcimiento o para hacer ejercicio y de un comedor.