Angélica de la Peña Gómez, senadora del PRD por Aguascalientes, también ha
puesto sobre la mesa la posibilidad de que al igual que los políticos, quienes desempeñan alguna función dentro de alguno de los medios de comunicación, se sujeten a un código de ética.
También advirtió que el acoso a menores de edad impera sin cambios en las escuelas y por supuesto en el seno familiar; ello, a pesar de que desde hace dos años está vigente una legislación para contrarrestar el “bullying”, que surgió de un amplio debate a nivel nacional.
Sobre todo, dijo, “Necesitamos un cambio cultural, que contrarreste la violencia y su apología en los medios de comunicación, y que privilegie la tolerancia, igualdad, solidaridad y justicia”, señaló tras hacer referencia a la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que en su momento impulso pero que por falta de voluntad política poco o nada se ha avanzado en la práctica, amén de que el problema sigue creciendo en todos los sectores.
Recordó que para erradicar la violencia y el acoso escolar, también se reformaron la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, además de otros ordenamientos, pero a pesar de que se cuentan con estos instrumentos legales y de política pública, “no se observan avances sustanciales en la resolución de esta problemática”.
Se legisló en la materia, “para atender las causas que llevan al acoso o a la intimidación contra niñas, niños o adolescentes, por parte de otras compañeras y compañeros, e incluso profesores, y que en algunos casos han llegado al suicidio”, advirtió.
Reconoció que la violencia en hogares y comunidades se refleja en la violencia escolar.
“Es en la escuela donde los niños y las niñas reproducen situaciones de predominio del más fuerte y el maltrato del que son víctimas.
“La niñez mexicana debe sobrevivir a la violencia generada por la delincuencia común, la delincuencia organizada y el narcotráfico, así como por las violaciones a los derechos humanos”, dijo De la Peña Gómez.
El cambio cultural no ha sido profundo, a favor del respeto a los derechos de los menores; en ese sentido, dijo, “en los hogares aún no se educa con base en la tolerancia, igualdad, solidaridad y la justicia”.
Por lo que toca a los medios de comunicación, sostuvo: “No han cumplido su obligación de evitar la apología de la violencia en horarios en los que las niñas y los niños ven los programas televisivos, lo cual trasgrede los derechos de las audiencias”, sin omitir el gran daño que se causa a los menores y adolescentes, incluso a los adultos que acceden a las redes sociales donde se cae en el libertinaje y, son orientación alguna, representan un alto riesgo para la sociedad en su conjunto.
Agregó que en la comunidad, la escuela y la familia los menores son víctimas de abandono, falta de amor, cuidados parentales y de distintas actitudes violentas que deben terminar.
Destacó que en el entorno escolar, ninguna autoridad educativa puede eludir su responsabilidad, plasmada en la ley, que también dicta obligaciones a los padres y madres, referentes al respeto de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.
Se pronunció a favor de dar fuerza al cambio cultural en pro del respeto a los derechos de niñas, niños y adolescentes, “como el acceso a una vida libre de violencia y a la integridad personal, a la igualdad sustantiva, a la no discriminación, a la libertad de expresión y de acceso a la información, de participación, entre muchos otros”, dijo.
Citó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer que en 2014 México fue primer lugar entre los países miembros en materia de “bullying” escolar, ya que 20 por ciento de los alumnos de 15 años reconoce haber sufrido “varias veces al mes algún tipo de abuso”, y esto es de llamar la atención de propios y extraños.